La Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA) lleva adelante un cese de actividades desde las 00 horas del lunes tras no llegar a un acuerdo salarial.
Luego de vencerse el plazo de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo a fines del mes pasado, la URGARA decidió retomar su plan de lucha. La medida de fuerza, que durará 24 horas, alcanza a todos los puertos del país y surge en respuesta ante el fracaso en la negociación por paritarias con la Cámara de Puertos Privados y cambios en el Convenio Colectivo de Trabajo, entre los que se destacan los reclamos de recomposición salarial, licencias, horas extras, reducción de jornada laboral, seguridad e higiene y también jerarquizar la tarea de los trabajadores.
Resulta importante destacar que la conciliación obligatoria dictada el pasado 27 de agosto por la cartera que dirige Claudio Moroni fue prorrogada en dos oportunidades y ya no existen posibilidades de que se extienda otra vez.
Desde la URGARA, dirigida por Pablo Palacio, publicaron un comunicado en sus redes oficiales donde afirman que “después de semanas de negociaciones, nos vemos forzados a retomar el conflicto con los empresarios portuarios que pretenden maximizar ganancias cuando nuestros compañeros están poniendo el pecho a la pandemia en los puertos o lamentando la falta de trabajo en el sector más pujante del país. No podemos permitir que la situación siga así”.
Por su parte, la Cámara de Puertos Privados calificó a la medida de fuerza como “ilegítima y carente de fundamento”. Sin embargo, desde el gremio sostienen que el sector se encuentra en un año récord de exportaciones y “puede dar respuestas para que haya empleo para todos”. Por ejemplo, los complejos agroindustriales de Rosario y el Puerto Quequén han alcanzado números récord en lo que va del año.
“Somos trabajadores esenciales y venimos desarrollando nuestras tareas con compromiso desde el comienzo de la cuarentena. Queremos que se nos reconozca y que los empresarios cesen en su intransigencia y su mezquindad de querer maximizar ganancias a cuestas de los trabajadores”, concluye el escrito de la URGARA.