Por Abril Gavuzzo
Luego de 17 años de autogestión, los trabajadores del Bauen cerraron sus puertas y se despidieron en una sentida carta. “Acá no termina nada. Acá empieza todo”, prometieron con firmeza.
Tras 42 años de historia y largos periodos de crisis económicas, el histórico edificio de Callao 360 finalmente cerrará. Pero lo que se mantiene abierto es la esperanza: los trabajadores confirmaron que continuarán con la cooperativa. “Hacemos una pausa que será pequeña. Dejamos el hotel y nos llevamos el Espacio Cooperativo Bauen”, señalaron en el escrito.
Durante el transcurso del mes de septiembre, todo el mobiliario del hotel estaba a la venta: sillas, teléfonos, televisores, vajilla, todo exhibido a bajo precio en el hall principal del hotel. Finalmente, el domingo pasado, se completó con lo que quedaba de la mudanza.
“Durante 17 años enfrentamos muchas adversidades. Superamos todas. Hemos luchado con alegría, agradecidos de experimentar esta pasión colectiva. En nuestro querido Bauen hemos trabajado, nos hemos abrazado, reído, llorado, fuimos desdichados y felices”, reza el comunicado.
En esta carta, los trabajadores relatan cómo fue la historia: se hicieron cargo del hotel en el año 2003, y a partir de allí combinaron hotelería, turismo y gastronomía. Aguantaron los embates neoliberales de la gestión de Mauricio Macri, quien vetó la ley de expropiación en 2016, sin que el Estado resolviera el conflicto de posesión del inmueble. Levantaron una opción cultural alternativa y generaron, además, un espacio para los sectores de menos recursos y empresas recuperadas, realizando “una verdadera tarea de utilidad pública”. Sortearon presiones, intentos de desalojo, clausuras y al Gobierno porteño dándoles la espalda. Pero el avance de la pandemia por Coronavirus paralizó todas sus actividades y se transformó en el golpe definitivo.
Sin embargo, esto es sólo un hasta luego: la propuesta política, social y cultural del Espacio Cooperativo Bauen no cierra, sino que se mudará a otro punto de la ciudad. Todavía no se ha aclarado hacia dónde. Los trabajadores afirmaron que confían “en la sensibilidad del gobierno y en su ayuda para seguir con el proyecto” y apelaron al “acompañamiento necesario para su consolidación definitiva en esta etapa”.
Los pasillos de este hotel han visto desfilar a las más notables personalidades. Desde músicos como León Gieco o la Orquesta del Teatro Colón, hasta actores del arco político internacional, como Evo Morales, Fernando Lugo y las comitivas de Lula y Hugo Chávez, pasando por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, e incluso las reconocidas transmisiones radiales de Alejandro Dolina.
“Ya lo afirmó el inmortal Aníbal Troilo: ‘Alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio. ¿Cuándo? ¿Cuándo? Si siempre estoy llegando’. Nos vamos pero ya estamos llegando”, concluye la carta de la cooperativa.