A pesar de que los sindicatos docentes se hayan expresado en contra, el Ministro de Educación porteño afirmó que las clases presenciales comenzarán el 17 de febrero en la Ciudad de Buenos Aires.
Desde el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires ratificaron la semana pasada que el ciclo lectivo comenzará el próximo 17 de febrero del 2021. Sin embargo, los gremios docentes niegan que exista un consenso.
“Siempre dijimos que queremos revincular a los niños con el espacio escolar y sus compañeros para evitar un daño irreparable. Es la posición que ha tenido el Ministerio de Educación y la posición que tiene este Ministerio de Salud, que es la de acompañar porque buena parte de ese daño hace al ámbito del neurodesarrollo del niño y su salud mental y afectiva”, declaró Fernán Quirós durante la conferencia de prensa.
Al ser consultado por un eventual rebrote, Quirós respondió: “El gobierno porteño ya comunicó que la Ciudad quiere empezar las clases de manera presencial adaptada a las condiciones epidemiológicas de ese momento”. Asimismo, el Ministro detalló que las clases tendrán una dinámica de presencialidad y se requerirán protocolos adaptados al momento epidemiológico que se viva al momento de arrancar las clases.
En contraposición, los gremios docentes afirmaron que nunca fueron consultados sobre esta decisión y que no están de acuerdo.
Por un lado, Jorge Adaro, Secretario Adjunto de la Asociación Docente de la Ciudad de Buenos Aires (Ademys), consideró que “la ratificación de un inicio del ciclo lectivo adelantado no cuenta ni con consultas ni con consensos con ningún sector”, y agregó que “para hacer un inicio de clases y hacerlo tan pronto deberían garantizar cosas que no han resuelto como la falta de personal auxiliar y las condiciones edilicias de las escuelas”.
“Para adelante es necesario pensar en un sistema dual por nuevas olas de contagios, que requiere inversión presupuestaria para que no nos encontremos como sucedió este año con alumnos sin computadoras y docentes sin conectividad”, añadió el referente.
Para concluir, Adaro declaró que “los niños circulan y después tienen contacto con familiares y grupos de riesgo. Y también hay trabajadores. No es una oposición por la oposición misma. Como maestros, nosotros queremos estar en el aula. Pero también queremos que haya un nivel de seguridad para que los efectos del virus sean reducidos al máximo”.
Del mismo modo, Mariano Denegris, referente de la Unión de Trabajadores de la Educacipon (UTE) sostuvo: “El único objetivo que tiene este planteo de la vuelta a clases, no sabiendo cuál va a ser la realidad epidemiológica de febrero, es hacer marketing en los medios”.