El Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) puso en marcha su faceta más anti gremial y terminó con el descuento automático de la cuota sindical en los haberes, obligando así a que los trabajadores de Coppel tengan que acercarse de manera presencial a una oficina del gremio a abonar el monto correspondiente.
A través de una carta documento dirigida a la empresa Coppel, el SEC le comunicó a la empresa que se “abstenga de retener la cuota de afiliación de $130” de los haberes de los trabajadores, y que existen “otras vías y medios de pago disponibles”. Uno de los argumentos esgrimidos fue el “resguardo de la libertad sindical” cuando, en realidad, esta medida es completamente lo contrario, ya que busca desalentar a los trabajadores de la actividad gremial.
Esta medida anti sindical fue denunciada por Mario Amado, titular de la Agrupación La Voz de Comercio y referente de Coppel, mediante un comunicado enviado a Armando Cavalieri, actual Secretario General del SEC. Identidad Sindical se comunicó con Mario Amado, quien afirmó que “este acto constituye un atentado a la libertad sindical” y que su objetivo es “dejar fuera de la vida sindical a trabajadoras y trabajadores”.
Además de obligar a los trabajadores a viajar hacia una oficina para abonar la cuota en pleno avance de la pandemia, esta decisión les quita a los empleados el beneficio de recibir pañales, útiles, o utilizar los predios de recreación en un futuro.
Asimismo, el líder de La Voz de Comercio -quien expresó su intención de ser candidato a Secretario General del sector- declaró que “hace años que quienes trabajan en Coppel aportan la cuota a través del descuento en el recibo de sueldo, es su derecho seguir haciéndolo”, y se pregunta si esta nueva medida es “el camino para acallar a quienes pensamos diferente”.
Cabe destacar que el autor material e intelectual de esta medida fue Carlos Pérez, actual Presidente de OSECAC, quien buscó consenso entre sus pares durante una reunión de la comisión directiva de CABA, con la presencia del mismísimo Armando Cavalieri.
En tanto, Identidad Sindical se comunicó con un alto dirigente de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) quien confirmó que “hay un gran porcentaje de dirigentes de CABA que cuestionan estas decisiones, y encima después buscan consenso de los dirigentes”. Consultado sobre Carlos Pérez, el dirigente comentó que el titular de OSECAC “atenta contra las afiliaciones”, y añadió: “Acá todos sabemos que es un dirigente anti delegados gremiales, dice que son innecesarios. Él tiene muy buena relación con un sector del empresariado nacional que no quiere que haya organización dentro de las empresas”. En esta línea, cabe señalar que Carlos Pérez le quitó el poder de afiliación al SEC a Luis Sainz, Secretario de Organización, para dárselo a su propio hermano Gerardo Pérez, quien controla cada una de las afiliaciones que ingresan al gremio.
Esta decisión de terminar con el descuento automático de la cuota sindical fue tomada por Carlos Pérez -quien viene a ser el elegido “momentáneo” de Cavalieri teniendo en cuenta que faltan dos años para la elección- sin contar con el consenso necesario, lo que resulta llamativo para este contexto en donde el “Gitano” Cavalieri tiene muy en claro la dificultad y el perjuicio que esto le genera a las arcas del gremio, especialmente en un contexto en el que, a causa de la pandemia, se perdieron miles de puestos de trabajo a causa de locales cerrados, y la recaudación del gremio mermó en un 30%.
Por otro lado, desde el SEC de zona oeste y zona sur se sumaron al apoyo de la denuncia hecha por Mario Amado en contra de esta medida antisindical. En tanto, Identidad Sindical intentó comunicarse con Luis Sainz de Organización, Polo Martínez, Secretario de Prensa , y también con Graciela Vázquez, apoderada del SEC Capital Federal, pero no hubo respuesta alguna.
Sentar este precedente en la arena sindical despertó el temor de algunos dirigentes, quienes temen que pase lo mismo entre sus propias filas del oficialismo, para que no puedan presentar avales y demostrar su fuerza.
Para concluir, cabe preguntar: ¿Esta lucha interna le servirá al octogenario Cavalieri o sólo contribuirá a que pierda fuerza?