La Federación de Obreros y Empleados de la Industria Aceitera endureció el paro en el puerto para exigir una recomposición salarial más el pago de un bono.
Desde principios de mes, la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) en conjunto con la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA) llevaron adelante una huelga a nivel nacional que detiene la industria aceitera y también la exportación de granos.
Desde los gremios se exige un incremento salarial que permita recomponer el poder adquisitivo de los trabajadores del sector. Asimismo, señalaron que las cámaras empresarias intentaron utilizarlos como un elemento de desgaste para el Gobierno Nacional y repudiaron su accionar. “Nunca fue un tema de plata, es político, nos usan para limitar al gobierno y desgastarlo”, declararon en un comunicado.
Luego de la sexta jornada de protesta consecutiva, las cámaras del sector comenzaron a sentir el impacto del paro y sostienen que se está cortando la cadena de pagos. A raíz de esto, plantearon su intención de negociar con los gremios y acordaron un encuentro presencial entre las partes que se realizará en el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), afirmó que este conflicto genera pérdidas millonarias y planteó la necesidad de retomar el diálogo en una mesa de negociación.
“Las medidas adoptadas, en momentos en que se encuentran desarrollando las tareas de la cosecha fina, además de afectar el normal desarrollo de la actividad agropecuaria y alterar el desenvolvimiento de todos los eslabones de la cadena agroindustrial en general, perjudican especialmente a los productores”, dijo en comunicación con la Agencia Télam.