Según un informe reciente, la ocupación turística en diciembre a nivel nacional fue levemente superior al 20% y en enero ronda un 32%, lo que equivale a un promedio cercano al 26%. Para febrero se espera un porcentaje menor que el de diciembre.
El avance de la pandemia golpeó fuerte en numerosos sectores y la hotelería fue uno de los más perjudicados. A pesar de cumplir con los protocolos sanitarios requeridos, los turistas prefieren alquilar una vivienda particular durante esta temporada.
De acuerdo al último relevamiento hecho por la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), la ocupación turística a nivel nacional en diciembre fue apenas superior al 20%, y durante enero se acerca a un 32%, lo que equivale a un promedio cercano al 26%. Para peor, el mes de febrero no presentará un panorama mejor que el de diciembre, ya que el comienzo de las clases también influirá. Se espera una ocupación promedio general de 22%, con un 30% en la Costa Atlántica y un piso del 10% en los establecimientos porteños.
Además, el informe destacó que Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires arrojaron los peores números: el promedio de ocupación no supera el 15%, ya que casi no hay turistas internacionales debido al cierre de fronteras. Cabe destacar que, según los empresarios hoteleros, para que un alojamiento sea rentable debe tener una ocupación superior al 65%, cifra que está muy lejos de alcanzarse.
Roberto Amengual, Presidente de la AHT, sostuvo: “Más allá de los destinos con mayor afluencia este verano como la Costa Atlántica y Bariloche, se ven promedios de ocupación bajos y grandes disparidades dentro de esos mismos destinos, priorizándose los hoteles apart y los de mayor gama, como pasa en Cariló”.
“Vemos que estos destinos muestran un contraste enorme con otros tradicionalmente muy visitados, como la Ciudad de Buenos Aires, Iguazú, Mendoza, y otros lugares de la Patagonia como Ushuaia que tienen muy baja ocupación”, agregó.
Asimismo, durante enero -y aún con el impulso que el programa Previaje- la ocupación media de la Provincia de Buenos Aires no supera el 49%, con un 56% en Mar de las Pampas y 52% de Pinamar y Cariló. “Los números hablan por sí solos”, concluyó Amengual.