Tras la polémica generada por la foto del dirigente reunido con sindicalistas sub55 en donde se apreciaba una total ausencia de mujeres, Facundo Moyano respondió a las críticas y reconoció que “la foto no es otra cosa que la realidad”.
Durante la semana pasada, el Diputado Facundo Moyano estuvo en el foco de las críticas por subir una imagen durante una reunión con jóvenes dirigentes sindicalistas sub 55, la cual tenía un detalle particular: a pesar de reunirse para debatir, entre otras cosas, sobre la perspectiva de género en los sindicatos, en la imagen no se observaba a ninguna mujer. El otro punto que desató polémica fueron las botellas de vino bajo la mesa.
Tal como lo adelantó Identidad Sindical, las repercusiones no tardaron en llegar: mujeres y diversidades sindicalistas le respondieron a Moyano que querían un lugar en la foto, a lo que el dirigente contestó: “Eso está pensado, la foto no es otra cosa que la realidad: en el sindicalismo hoy no hay mujeres”.
“¿Por qué no hay mujeres en la mesa? porque no hay mujeres secretarias generales, por lo menos en proporción a los sindicalistas (de la imagen). La foto es real, eso es el sindicalismo. Si los hombres con responsabilidades, que son el 97% o más de todos los sindicatos, no dan lugar a esta discusión es imposible que las mujeres estén en una mesa como esta”, explicó.
Asimismo, el legislador aseguró que no quiere meterse en “una discusión del feminismo”, pero reconoció que “la mujer tiene que tener igualdad de condiciones para competir y demostrar que tiene más capacidad que hombres y mujeres, no por el hecho de ser mujer tiene que ocupar un cargo sindical de jerarquía”.
Por otro lado, Moyano también respondió a la segunda crítica que generó revuelo: las botellas de vino semi ocultas bajo la mesa, lo que el dirigente describió como “un error, una estupidez”, al tiempo que señaló que “es una pavada, un error, si alguno lo tomó como una falta de respeto, yo pido disculpas”.
“No me quiero lavar las manos, pero no era un lugar donde estaba yo, el almuerzo tampoco lo organicé yo. Pasó eso: fue una estupidez, no se tendría que haber hecho. Yo no soy de tomar vino, y menos en un almuerzo. No tendría nada de malo tener una botella de vino arriba de la mesa”, cerró.