La Secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género de la CGT expresó su apoyo a la iniciativa que apunta a incorporar un 50% de mujeres en las próximas elecciones de la central obrera.
De cara a las elecciones sindicales, la Secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género de la CGT, Noé Ruiz, manifestó su apoyo a la iniciativa de reformar el estatuto de la central obrera con el fin de incorporar un 50% de mujeres en la próxima elección de autoridades, pactada recientemente para el 11 de noviembre próximo.
En esa línea, Ruiz afirmó que una mayor participación femenina “es válida si las mujeres ocupan las secretarías”, y expresó su apoyo a la iniciativa siempre y cuando se realice “sobre la base de tres ejes fundamentales: la autonomía física, la económica y la posibilidad de acceder a los cargos de máxima decisión” ya que, de no cumplirse esos tres pilares, “todo es un sueño”.
“La autonomía física es indispensable para que las mujeres avancen, y lo acaban de lograr con la sanción de la ley del aborto, pero también es elemental la autonomía económica, para dejar de depender de la administración masculina, y en tercer lugar es fundamental que las mujeres puedan acceder a cargos de máxima conducción”, apuntó.
Para llevar adelante la reforma, la titular de la Unión de Trabajadores de Moda e Imagen Publicitara de Argentina propuso que cada secretaría del consejo directivo de la CGT debe tener un titular y un cotitular con el mismo poder de decisión.
“Si al final la iniciativa es tirada a la basura será responsabilidad de la conducción. Preferiría un 30% real y el respeto por aquellos tres pilares fundamentales a un 50% irreal y teórico. No es necesario que las sindicalistas sean secretarias generales nacionales de sus gremios para acceder a los cargos. Se requiere consenso y, sobre todo, hay que alcanzarlo sobre la base de la más absoluta unidad”, argumentó. Para concluir, Ruiz señaló que el ámbito sindical “es muy complejo” y expresó que la central representa el humor social del país, por lo que “es preciso afrontar el desafío con honestidad intelectual y ética”. “No hay que olvidar que las mujeres mueven el 71% ciento del Producto Bruto Interno mundial, pero insisten en querer mandarlas a sus casas”, cerró.