Tres de los protagonistas riograndenses de la toma de la sede de la UOCRA de Ushuaia brindaron declaraciones respecto de lo sucedido en la ciudad capital. “Tomamos la sede de manera pacífica sólo para que se nos escuche, pero los trabajadores no somos delincuentes”, señalaron.
Darío Márquez, Gabriel Albarracín y Wilfredo Aguilar, tres de los trabajadores de esta ciudad que participaron de la toma de la sede de la UOCRA de Ushuaia de calle Stornelli 1200, mantuvieron una charla con El Sureño. Indicaron que la toma de la sede se realizó de manera pacífica con el único objetivo de que se escuche su reclamo. Además señalaron que los detuvieron porque, desde el gremio, denunciaron que portaban armas de fuego. “Tomamos la sede de manera pacífica sólo para que se nos escuche, pero los trabajadores no somos delincuentes”, señalaron.
Somos parte de la UOCRA
Albarracín dijo que desde el gremio les aseguraron que, al estar desempleados, no forman parte del sindicato. “El hecho de que estemos desempleados no implica que dejemos de ser trabajadores de la construcción”. Comparó que si una persona deja de pagar impuestos por estar desempleado, no deja de ser argentino y esto es algo similar”. Agregó que desde hace años que el gremio “no hace nada por los trabajadores que quedan desempleados, por eso decimos que esta gente que está al frente de la UOCRA no nos representa”.
Los tres trabajadores coincidieron que si un empleado de la construcción se queda sin sus fuentes laborales, “la única solución que te queda es conseguir trabajo por cuenta propia porque el gremio no hará nada por ese desempleado”. Dijeron, además, que desde la UOCRA nunca se brindó ningún tipo de capacitación ni tampoco hay listado de postulantes a puestos laborales ni hay cursos ni nada de nada”.
La toma
Respecto de la toma de la sede de la UOCRA, indicaron que fueron los trabajadores de la construcción que hace años que reclaman y que no tienen respuestas. “Antes de las elecciones se había presentado una lista alternativa para competir por la secretaría general pero esa lista fue impugnada y aún no sabemos por qué, porque nunca te dan respuestas. Ante esto nosotros exigimos que, para que se lleven adelante las elecciones debiéramos contar con una opción o una alternativa para los trabajadores, sino, las elecciones se convertirían en simplemente estar de acuerdo o no con la gente que está al frente y no habría alternativas. Fue eso lo que fuimos a reclamar de manera pacífica”.
Los trabajadores revelaron que hace un tiempo quisieron armar una lista alternativa. Para ello, elevaron un petitorio a la sede de la UOCRA en Buenos Aires y a la sede de Ushuaia a fin de conocer los requisitos para poder postularse y nunca nos contestaron. Por eso no pudimos presentarnos, porque no nos daban lugar”.
Fuimos a las cuatro de la mañana y entramos rompiendo un candado. El asunto es que nuestra intención era no generar disturbios ni enfrentamientos. Por eso entramos a la madrugada, con la seguridad de que no habría nadie para no generar ningún tipo de encontronazo con alguien”.
Los trabajadores dijeron que inmediatamente entraron, llamaron a la Policía y avisaron de que estaban dentro de la sede. “La Policía mandó una patrulla y dejó una consigna. Nosotros éramos un grupo bastante grande pero no hicimos ningún tipo de disturbio ni nada así como denunciaron desde algún sector”.
Por su parte, Darío Márquez expuso que el Secretario General o el gremio, no cumplen ni hacen cumplir el convenio colectivo de trabajo y las empresas hacen lo que quieren con los trabajadores y esos trabajadores, ante la necesidad de llevar sustento a sus hogares, se tienen que resignar a cobrar el 50% del salario real. Además, en muchos de los casos, te pagan el 50% en negro y en la mayoría de los casos no pagan las horas extras, entre otras cosas. Cuando uno denuncia eso en el gremio, generalmente no pasa nada”.
El trabajador se quejó también porque la obra social “está prácticamente sin servicios, abandonada, desabastecida y sin convenios”. Asimismo expresó que en la sede pudieron ver mucha cantidad de módulos alimentarios municipales, que se encuentran tirados y la comida en mal estado. Además, hay no menos de 15 colchones esparcidos por todos lados. “Realmente la sede funciona como un aguantadero, lo que para nosotros es lamentable”.
En tanto, Wilfredo Aguilar manifestó que no bajarán los brazos y seguirán luchando por los derechos de los trabajadores de la construcción. “Estas cosas, en lo personal, me han traído muchos inconvenientes. El año pasado me quisieron quemar la casa, amenazaron a mi esposa, hicieron que me despidan de mi trabajo y ahora, recientemente, me amenazaron de muerte. Yo estoy seguro de que son patoteros que responden a Julio Ramírez que es quien está al frente del gremio”. (El Sureño)