La grave lesión de un trabajador petrolero genera preocupación en el gremio, que busca tomar medidas contundentes para mejorar la seguridad laboral en el sector.
El sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa se encuentra considerando tomar medidas drásticas en respuesta a la falta de seguridad laboral en el sector petrolero. El gremio está evaluando la posibilidad de llevar a cabo un paro total de actividades en todos los yacimientos como forma de protesta. Esta propuesta surge luego de un reciente accidente laboral que resultó en la amputación de un brazo de un trabajador.
Según informantes cercanos al sindicato, el incidente tuvo lugar el miércoles pasado en el yacimiento de Aguada del Cajón, específicamente en el equipo SAI 651, operado por la empresa CAPEX y ubicado en Plottier. El trabajador involucrado en el accidente sufrió la amputación de su brazo, lo que ha generado una gran preocupación y enojo dentro de la comunidad petrolera.
La dirigencia del sindicato, encabezada por Marcelo Rucci, está debatiendo actualmente el inicio de la medida de fuerza y aunque aún no se ha oficializado, ya se está difundiendo material gráfico que anuncia la posibilidad de un paro. El sindicato busca llamar la atención sobre la falta de seguridad laboral en múltiples empresas del sector petrolero, y considera que la única manera de lograr un cambio significativo es mediante acciones contundentes.
“Todos sabemos el riesgo que tiene la actividad petrolera, pero hagámoslo con seguridad. Si no vamos a seguir lamentando muertos y gente mutilada”, señaló Rucci y agregó “Estamos cansados de la desidia de las empresas que no terminan de definir un protocolo y un rol de emergencia como corresponde. Están en juego las vidas de los trabajadores“.
Este no es el primer incidente grave en el sector que lleva al sindicato a considerar medidas extremas. El pasado 28 de abril, el gremio realizó un paro de actividades luego de que otro trabajador perdiera la vida en un trágico accidente automovilístico. Estos incidentes han generado un clima de tensión y preocupación entre los trabajadores petroleros, quienes ven comprometida su seguridad y bienestar en el desempeño de sus tareas diarias.