La falta de tripulacion en remolcadores pone en riesgo la seguridad de los puertos argentinos. La empresas SVITZER, un aliado Macrista como protagonista del conflicto.
En medio de un conflicto laboral por el pedido de recomposición salarial, las Empresas de Remolques han tomado una medida que pone en riesgo la seguridad de los puertos en todo el país. La Cámara Armadora de Remolcadores (CAR), en respuesta a la medida de fuerza decretada por las organizaciones gremiales nucleadas en la Federación Sindical Marítima y Fluvial (Fe.Si.Ma.F), ha decidido desembarcar a todos los tripulantes de los remolcadores, dejando a las terminales portuarias sin embarcaciones disponibles en caso de emergencia.
El conflicto tiene su origen en la paritaria del sector, cuyo vencimiento ocurrió el 31 de marzo. La CAR ha condicionado la discusión salarial a través de propuestas de flexibilización laboral en las jornadas de trabajo y tareas dentro del puerto. Esta postura se debe a un cambio en la presidencia de la Cámara, asumiendo Christian Burgauer, Gerente Comercial de SVITZER SA, una multinacional dependiente de Maersk, una empresa monopólica a nivel mundial. Se denuncia que SVITZER pretende implementar estrategias de dumping en todos los países, buscando obtener todos los mercados y servicios, lo que podría resultar en trabajos precarios en Argentina.
Desde los gremios del sector se ha señalado que esta situación va más allá de una mera cuestión de costos, y que representa un posicionamiento político en un año electoral. Se destaca que SVITZER ingresó al país en 2017 con el apoyo del gobierno de Mauricio Macri, presentándose y ganando una licitación sin contar con buques en Argentina, y reduciendo las tarifas de los servicios en un 80%. Ignacio Penco, quien trabajó en la Subsecretaría de Vías Navegables y de la Marina Mercante en aquel momento, ahora ejerce como abogado de la CAR y responde directamente a los intereses de SVITZER.
Las organizaciones sindicales involucradas en el conflicto son el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, el Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina, el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, y la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos Fluviales de la Marina Mercante. Todas estas agrupaciones forman parte de la FESIMAF (Federación Sindical Marítima y Fluvial), creada en noviembre del año pasado. Ante la falta de respuesta por parte de las empresas, los sindicatos han llevado a cabo reuniones informativas en distintos puertos del país, explicando la situación y anunciando que resistirán cualquier tipo de presión empresarial para lograr una justa recomendación salarial para sus representados.