La devaluación y el impacto inflacionario agravan la situación económica, afectando principalmente a los sectores no beneficiados por programas sociales.
Un reciente informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), perteneciente a la Universidad Católica Argentina (UCA), revela una preocupante realidad económica en el país: la pobreza ha alcanzado su punto más crítico en las últimas dos décadas. Este análisis detalla el efecto devastador de la devaluación y la inflación posterior a la crisis, exacerbando aún más la situación de vulnerabilidad de amplios sectores de la población.
El estudio señala un aumento alarmante en la población en situación de indigencia, que ha pasado del 9,6% en el tercer trimestre de 2023 al 15% en enero de 2024. Asimismo, los niveles de pobreza han escalado significativamente, alcanzando el 57,4% en enero de 2024, lo que representa las cifras más altas registradas en los últimos 20 años.
Es importante destacar que este incremento afecta principalmente a los hogares de clases trabajadoras o medias que no son beneficiarios de programas sociales. Según las declaraciones del Presidente de la Nación, Javier Milei, quien señaló que “el momento más duro va a estar en marzo o abril“, se prevé una continuación de esta tendencia preocupante en los próximos meses.
Los especialistas atribuyen este deterioro económico a la marcada devaluación de diciembre de 2023, que ha elevado considerablemente los precios generales, impactando directamente en el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Canasta Básica Total (CBT).