Luego de que la multinacional Glencore anunciara el cese de operaciones en la mina El Aguilar, los trabajadores mineros continúan con incertidumbre ante el riesgo de perder más de 600 puestos de trabajo.
Ante el inminente cierre de la mina El Aguilar, administrada por la firma Glencore, más de 600 trabajadores mineros advirtieron que dicho cese de actividades podría ocasionar una “grave crisis social y económica” en Humahuaca, por lo que piden una “efectiva intervención” a las autoridades provinciales para solucionar el conflicto.
Cabe destacar que el 90% de los 3.500 habitantes del pueblo El Aguilar dependen exclusivamente del trabajo en la mina, enclavada en el extremo norte del Departamento de Humahuaca, a más de 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, donde hace 91 años se extraen plomo y zinc.
Santos Jorge Cayo, obrero de 54 años que trabaja en la mina hace 24 años, afirmó que “la decisión de la empresa dejó a la gente grande sin la posibilidad de trabajo”. Así, el trabajador minero recordó que sus compañeros “dejaron los pulmones y la vida en la mina El Aguilar”, y agregó: “Yo también tengo problemas de salud que se producen en la jornada laboral. Nos esforzamos al máximo y todos tenemos afectaciones respiratorias”.
“Queremos aportar para jubilarnos y ahora nos abandonan con los aportes a medias. Quedamos inválidos. Se ve que la empresa quiere cerrar sí o sí y se va a cortar todo el movimiento de esta región. Los trabajadores consumen las producciones de pueblos aledaños y si se muere El Aguilar, se mueren muchos pueblos”, declaró en diálogo con Télam.
Por su parte, Sergio Alejo, intendente de El Aguilar, subrayó que “el impacto económico será muy fuerte y directo, ya que el 90% de la mano de obra del pueblo depende de la empresa”. Asimismo, recordó que el pueblo supo ser el epicentro del trabajo durante la década del ’80 y llegó a tener más de 10.000 habitantes.
“Siempre dependimos de la minera. Nunca estuvimos de acuerdo con la decisión unilateral que tomó la empresa de dejar a la gente sin trabajo. Como autoridades vamos a acompañar a los trabajadores, siempre respetando la negociación, pero con la idea que la gente obtenga los mejores resultados”, declaró el intendente.
Carlos Trejo, referente de la Asociación Obrera Minera (AOMA), advirtió que la región “tendrá un grave problema social”, por la merma inmediata del movimiento productivo y económico que sucederá si el cierre se concreta. Además, agregó que desde AOMA se apela a conservar las fuentes de trabajo, y para ello planteó que “el Estado tiene que responder, una empresa no puede irse de la noche a la mañana”.
“Cuando se dejen de pagar los sueldos, esa rueda se va a frenar. Es lo que tiene que tener en cuenta el Gobierno jujeño a la hora de intervenir en el conflicto. La preocupación, incertidumbre y aflicción de la gente es muy grande porque todo es incierto. Esa desesperación de saber que en algún momento vas a perder tu trabajo se puede transformar en bronca”, concluyó Trejo.